El centro se suma a la iniciativa haciendo una lectura del Manifiesto, convirtiendo los puntos que marcan la distancia en las filas de entrada al colegio en sonrisas, simulando el logo de la iniciativa, que dibujarán con tizas y realizando el reto del aplauso. Justo antes de bajar al recreo para jugar con los compañeros, todas clases aplaudirán por las ventanas durante un minuto, tal y como hacían en el confinamiento, algo que todo el vecindario va a poder ver también.